domingo, 3 de enero de 2010

Visita e inyección de "ENERGY"

Hace unos días estuvo aquí mi novio, y la verdad es que fué una dosis de enenegía. Después de 4 meses alejada de tu familia, de tus amigos y tu ambiente, echaba mucho de menos ver a alguien de mi lugar de origen, y si ese alguien es mi novio, pues os imagináis que la alegría es mucho mayor.
Me estuvo acompañando en todos los proyectos en los que colaboro y conociendo todas las realidades de las personas de aquí. El bordo, la guardería, cursos de formación, comunidades a las que voy e incluso pudimos disfrutar de las paradisíacas islas Teleñas.


Tuvimos la suerte de poder coger unos días e irnos a Guatemala para visitar los lugares mas importantes y turísticos: Antigua Guatemala, Tikal, Lago de Atitlan, Panajachel, Flores, etc. Y movernos en transporte publico fue de lo mejor del viaje porque es donde tienes contacto realmente con la gente y aprendes de sus costumbres, de su forma de vestir y de su idioma.

En Guatemala hay 21 dialectos diferentes y trajes típicos en cada región. Da lo mismo que la gente sea adolescente, niños o adultos, porque ellos siguen esas tradiciones.
Además hay una gran conciencia reivindicativa de sus raíces (después de años de luchas y muchas muertes, todo hay que decirlo), pero lo bueno es que continuan manteniendo sus costumbres y raíces.


Las diferencias entre unos lugares y otros, los paisajes, las pirámides de Tikal (que son verdaderamente increibles), el andar por la selva y escuchar a los monos auyadores (con sus fuertes rugidos), etc. Estuvimos haciendo una ruta durante la tarde por la selva a la búsqueda de los sonidos de los monos aulladores y viendo diferentes árboles y plantas que hay en la zona. Fue una experiencia muy bonita. La verdad es que Guatemala tiene mucha cultura y paisajes que ofrecer, y las personas son encantadoras.


Uno de los días que estuvimos en Tikal salimos de cenar y, para ir hasta el hotel, teníamos que atravesar una carretera totalmente a oscuras. La verdad es que te daba un poco de miedo por los asaltos y demás, pero lo increible fue que mirabas al cielo, y no cabían las estrellas. Tikal está en un parque natural, lejos de la población, contaminación, ruidos y luces de los pueblos y ciudades, a si que el ver el cielo era una maravilla porque no había nada de luz que te impidiese disfrutar del espectáculo.

Esa noche nos levantamos a las 04:00 am porque habíamos quedado con el guía y con otras dos americanas para poder visitar el parque de noche y ver amanecer en lo alto de una de las pirámides.
Llegamos allí con mucho sueño, con linternas y con la maravillosa sensación de sentir el frio en la cara (teniendo en cuenta que durante los meses que llevo en Honduras, no he hecho mas que sudar por el calor y estar con el ventilador por las noches, esta sensación de frescor en la piel se agradecía). Estuvimos andando durante mas o menos una hora, a oscuras completamente y sin luna y estrellas que te iluminen el camino (se había nublado el cielo), hasta que llegamos a lapirámide a la que teníamos que subir.
Una vez arriba, hicimos tiempo comiendo algo y escuchando los ruidos de la selva por la noche (monos auyadores, jaguares, etc.).

Poco a poco comenzó a amanecer, pero estaba tan nublado que no se veía el sol. La verdad es que fue una lástima, pero la sensación de estar en lo alto de una pirámide, de noche, escuchando a los animales, valió la pena el madrugón. Además después estuvimos visitando el resto del parque desde otra perspectiva, con los colores de la mañana y viendo como poco a poco se iban despertando los animales y escuchando sus ruidos (no había nadie mas en el parque porque lo abrían a las 9:00 am)













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